Tips de comunicación para empresas: las palabras prohibidas que nos dejan vendidos
- julio 22, 2019
- Marketing Digital
Conoce las claves para una comunicación para empresas 100% efectiva
Cuando se tiene problemas para vender, un diagnóstico socorrido es el típico “no sabe venderse” que es, simplemente, no sabe comunicar. No conoce algunos trucos de comunicación para empresas que podrían ayudarle.
Hay un tabú que no nos gusta reconocer: la inmensa mayoría de las personas, y empresas, comunica mal. No lo admitimos porque nos parece básico, al fin y al cabo malcomunicamos todos los días del año.
Es que muchas veces ni siquiera existe conciencia de este problema.
Por eso hay tantas empresas que para sus medios Online contratan a todo tipo de profesionales, diseñadores, SEOs, traffickers… menos a un buen redactor (ya no hablemos de un copywriter).
Que lo haga el millenial que sabe de estas cosas.
Y si hablamos del lenguaje escrito, ya la comunicación es pésima porque nos entra un complejo de erudito. Está prohibido decir las cosas fáciles y sencillas, eso lo puede hacer cualquiera, hay que complicarlo.
Esto viene del origen de la escritura, históricamente el acceso a la lectura estaba muy limitado y se restringía a ámbitos académicos.
Y en esas estamos. Demasiadas veces no comunicamos para hacernos entender, comunicamos por reputación, estatus. Más claramente, por mostrarnos inteligentes.
Te suenan palabrejas como reputacional. Es correcto y se entiende, pero di 3 palabras como esta seguida y te habrás cargado a la audiencia. Desconexión total.
La neurociencia como pieza clave de la comunicación para empresas
El cerebro humano es perezoso y no le gusta esforzarse a menos que sienta que es un tema vital. Y realmente temas vitales hay muy pocos.
Al cerebro se le estimula con las emociones, las situaciones llamativas o placenteras, las buenas historias.
Y es impaciente, no le gusta esperar. Seguramente yo también estoy comunicando mal alargándome un poquito, pero estoy siendo pedagógico.
Por eso, la fórmula rápida para lograr una comunicación para empresas efectiva es el ahorro del lenguaje (no te vayas por las ramas), facilidad y emoción.
Si te fijas en los grandes oradores, usan un lenguaje fácil que cualquiera entiende al instante y que le hace sentir, es evocador.
Sus mensajes entran en nuestro corazón como el cuchillo en la mantequilla, y antes de que nos demos cuenta nos han emocionado. La razón es que ha sorteado el filtro racional, el que analiza fríamente y no nos permite dejarnos llevar.
Por cierto, si quieres causar este efecto tendrás que usar palabras calientes, sensoriales, emotivas que activan tus sentidos y emociones. Así que échale un vistazo a mi post y descubre las palabras más persuasivas, claves en la comunicación para empresas.
Lamentablemente, los comunicadores aburridos no usarán ese lenguaje.
Toma el I have a dream de Marthin Luther King y ponlo en la boca del comunicador egocéntrico. Demasiado fácil para él, lo podría haber escrito su hijo de 7 años. Vamos a racionalizarlo, que se note que es un reputado analista:
Mira la diferencia: “Tengo una planificación ideal de cómo debería de ser nuestra transformación social”.
¡Magnífico titular! Me ha emocionado, nada más oírlo no sabía si bostezar o quedarme dormido directamente… Y además, suena tan interesante que me ha llamado la atención…
(Evidentemente es ironía)
Y ya para terminar añado a la receta de la comunicación para empresas un cuarto ingrediente, la empatía para conectar con tu cliente. Sé un espejo, usa sus palabras, su tono, sus temas.
Estos consejos son fundamentales para redactar, pero si quieres más consejos puedes consultar este post.
Y ahora que te he contado cómo funciona el lenguaje persuasivo vamos a ver las palabras, frases y expresiones que no debes de usar jamás.
Las palabras malditas en la comunicación para empresas
Empezamos, toma nota 😉
Las egocéntricas
Yo, yo, yo y después yo también.
Lo verás porque sacan al CEO y se ponen hablar de la empresa con toda clase de aburridos detalles incluyendo noticias corporativas que deberían limitarse para consumo interno.
Es normal que tu prioridad sea vender y que te importe lo tuyo. Ocurre que en el otro lado a tu cliente lo que más le importa también es él.
Y además, es el que paga, no lo olvides.
Impostada distancia
Es un clásico en muchas empresas confundir el respeto con el distanciamiento y la frialdad.
Así que usan el usted, o peor aún, el ustedes despersonalizando todavía más.
Distinguidos clientes
Nos complace presentarles
Queridos usuarios
Señores y señoras
Ese tono les hace más serios aunque no necesariamente les muestra más profesionales. La amabilidad no resta puntos a la profesionalidad, y además crea buen ambiente.
La excepción está en los negocios premium. Después de haberte dejado una pasta es comprensible que quieras que te traten como una reina o un ministro.
Técnicas o argot
Empezando por nosotros, los marketeros, que nos encantan los anglicismos.
Engagement por Conexión. Lead Magnet por Incentivo de inscripción.
Ya no te digo todas esas descripciones técnicas que a la inmensa mayoría de las personas nos hace gritar «¡traductor, traductor!».
Frases pretenciosas, marketeras y americanadas varias
Este es el lenguaje empresarial con frases llamativas, algunas de inspiración americana.
Win-win
Valor añadido
Sinergias
O frases marketeras típicamente yankis como el «Lleva a tu negocio a otro nivel», que fuera de los círculos marketeros suena extraño.
Como estrategia de comunicación para empresas clave, debes tener atención especial a las autoproclamaciones, el típico el mejor producto del mercado. Al contrario de lo que parece, no tiene ninguna credibilidad sin una prueba que lo avale y puede salirte el tiro por la culata.
Deja que lo digan otras personas en los testimonios o aprovecha las acreditaciones que lo prueben: valoraciones, premios, certificaciones, etc.
Otro ejemplo es el adjetivo innovador, sin añadir nada más, como un truco infalible para impresionar al usuario. La intención es tan evidente que sólo vas a causar una mala impresión.
Frases gastadas y tópicos
Estos son recursos que funcionaban y que perdieron su efectividad de tanto usarse como el «¿te lo vas a perder?» para explotar el miedo a la pérdida.
Nada que objetar con la táctica, ese miedo es un disparador psicológico que lleva al cliente a la acción. Pero cuando la frase textual ha perdido fuerza por su abuso tienes que renovarlo con otras palabras para que no se vea el recurso a kilómetros de distancia.
Frases subordinadas
¿Ha leído alguna vez una sentencia judicial? Esta lectura es una tortura y, si resultas condenado, considéralo una pena adicional.
Si quieres facilitar la legibilidad y la comprensión de cualquier escrito trata de hacer frases cortas que no superen una frase. Aplica la regla al párrafo y trata que en Internet no supere las 3 líneas para no asustar a los internautas.
Adverbios y rellenos
Ya lo dijo Stephen King en su manual para escribir mejor, “el infierno está lleno de adverbios”. Usado innecesariamente este complemento es la grasa del texto, lo engorda y lo deja torpe.
Hay que estar también atento a los adjetivos para buscar un estilo más minimalista. Demasiadas veces usamos dobles adjetivos para reafirmarnos como si estuviéramos inseguros: “era delgado y fino”.
Si te excedes con los adjetivos te saldrá un texto demasiado florido que satura fácilmente. Como excepción tienes los temas sensoriales o estéticos que pueden requerir de más énfasis como la gastronomía.
Pero en general apuesta más por los verbos. Tus textos serán más ágiles.
Lenguaje inclusivo
Respeto la intención igualitaria pero es un atentado contra el ahorro del lenguaje y tampoco resulta natural.
Usa neutros como alumnado, personas, seres humanos, etc.
Palabras cultas, complejas o en desuso
Todas las que te obligan a usar el diccionario porque son atípicas y no se conoce su significado.
Las latinadas para parecer un catedrático de derecho, o las francesas para dártelas de fino políglota.
Las que se han quedado viejas que te hace parecerte a un abuelo hablando. Empeora si usas expresiones coloquiales sacadas de una residencia.
Conclusión: usa una comunicación atractiva y fácil, tu cliente lo va a agradecer
Como ves, la comunicación efectiva rompe muchos de los esquemas que obstaculizan la comprensión y la conexión con tus clientes.
De alguna forma es contraintuitivo, tienes que hacer lo contrario a lo que te han enseñado siempre. Y no siempre se entenderá porque hay obsesión por el lenguaje formal. Todavía me encuentro muchos de mis clientes de copywriting que les preocupa el tono coloquial.
Si lo haces conectarás mejor con tu cliente y dejarás atrás a todos los competidores aferrados a los viejos códigos obsoletos.
Y tú, ¿cuál es la palabra maldita que menos te gusta de las webs de empresa? Espero que estos trucos de comunicación para empresas te hayan sido útiles y no las utilices también tú 😉
Soy copywriter profesional especializado en marca personal para los emprendedores. Te ayudaré a vender más en Internet haciéndote único y diferenciándote de tu competencia.
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Muy buen artículo. Muy detallado e informativo